TODO COMENZÓ EN 1958
Cuando Vicente Vecchiarelli llegó a Buenos Aires con cinco años de edad en el barco Anna C proveniente de Italia.
Como era habitual en esa época Vicente comenzó a trabajar a los doce años en una imprenta y un año después y casi por casualidad se fue a una carpintería. Llevaba un año en la carpintería y ya les enseñaba el oficio a otros compañeros más nuevos. A los 14 años fabricó su primera maquina de carpintería con estructura y mecanismo de madera; una sierra circular. El objetivo era independizarse. Ese fue el inicio de lo que hoy es Muebles Vicar. Corría el año 1967.
En un principio Vicente montó el taller en el espacio que había sido destinado a la cochera de la casa de sus padres. Comenzó fabricando muebles de cocina. Poco tiempo después un vecino le arrendaría el terreo lindero para empezar su primer galpón. Ese fue el despegue. Vicente tenía 16 años y ese primer galpón es donde todavía hoy se encuentra la fábrica. Más aún, todavía se utiliza un viejo banco de trabajo fabricado por el propio Vicente.
Así nació la fábrica que a través de los años fue creciendo y también enfrentando dificultades. Los avatares económicos del país, numerosas inundaciones, la más reciente hace menos de 20 años y hasta una centella cayó sobre la fábrica y provocó un incendio que destruyó casi todas las instalaciones y gran parte de la mercadería. Pese a todo Vicente tenía en mente un solo objetivo: fabricar muebles de calidad como no se encontraban en ningún otro lado.
Aprendió a dominar los estilos español e inglés y no solo fabricaba para sus propios clientes, sino que comenzó a fabricar para grandes mueblerías de la Av. Belgrano. Así llegó el primer local a la calle que con los años sumaría otras dos sucursales de atención al público y cuatro talleres de fabricación con una cartera permanente de tres mil clientes. Todos ellos reconocían la calidad de la factura y el valor de la palabra de Vicente. Siempre exigiéndose al máximo; cada mueble tiene que ser mejor que el anterior.
Desde hace 15 años los hijos de Vicente; Sergio y Rubén continúan ese legado. Por supuesto los tiempos que corren traen aparejados otros desafíos, nuevas metas. Se incorporaron nuevas líneas de producto, se desarrollan proyectos con tecnología 3D y algunas de nuestras máquinas son de última generación. Aun así, en la era de lo inmediato, quienes hoy hacen Vicar trabajan día a día por continuar ese legado; que cada mueble sea mejor que el anterior. Utilizando los mismos procesos artesanales de ensamblado que utilizaba Vicente. Si bien mucho ha cambiado en estos más de cincuenta años, seguimos terminando cada mueble a mano bajo un estricto control de calidad porque cada mueble tiene que ser único.